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domingo, 28 de octubre de 2018

"Un gobernante tonto puede hacer tonto a un pueblo, pero un pueblo sabio todo puede cambiar",


Potente mensaje en obra teatral “La ropas nuevas del rey”

CONTENIDO.- La vanidad, el abuso de poder, la sumisión y el beneficio propio son algunos de los temas de esta aparentemente inocente puesta teatral

“Las ropas nuevas del rey”, una atractiva adaptación teatral de la dramaturga peruana Sara Joffré e interpretada por jóvenes actores, integrantes de Estación Producciones Grupo de Teatro, se presentó ayer en la Dirección Desconcentrada de Cultura de Lambayeque ante un público entusiasta.
La historia, basada en el cuento "El traje nuevo del emperador", de Hans Christian Andersen, trata sobre un rey vanidoso (Oscar Gómez), cuyos quinientos vestidos ya no satisfacen y necesita uno nuevo. ¿Qué no hay dinero para comprarlo?, entonces del dinero del pueblo hay que sacarlo, con el pago de impuestos hasta del poblador más modesto,
Presumido y tonto, el rey ansía un traje especial y no le importa su entorno ni lo que ocurre con sus gobernados. Dos pícaros, aprovechan esta situación y ofrecen confexionarle un traje de finísimos hilos, único y mágico. Su particularidad es que no puede ser visto por idiotas ni por los que no merecen estar en el cargo que ocupan.
VERSÀTILES Y TALENTOSOS.- Los actores provocaron risas y reflexiones
Los pillos son contratados por el vanidoso rey y fingen trabajar con esmero hasta que por fin ¡el traje está terminado!. El monarca es “vestido” y su ministra de confianza (Tatiana Sosa) prefiere alabarlo  antes de admitir que no puede ver la ropa. Los pícaros adulan al rey quien se muestra satisfecho por la textura y los colores de su extraordinaria vestimenta. Luego pide que lo dejen solo un momento.
En privado y frente al espejo, el rey reconoce que está en calzoncillos. Llora inconsolable ¿acaso es un estúpido? ¿Es que no merece gobernar?. No puede admitir que no ve el traje. Prefiere salir como está y saludar a su pueblo que alaba también su maravilloso vestido. Sólo la voz de un niño inocente expresa lo que todos sabían pero que nadie quería decir por conveniencia propia. ¡El rey está desnudo!
EL REY ESTÀ DESNUDO.- Sólo la voz de la inocencia revela la lamentable condición de un gobernante
El público asistente gozó con la caracterización de los personajes, sus jocosos diálogos y  ágiles movimientos en coloridas escenas donde el profundo mensaje social no fue invisible.





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