Agustinos se lucieron en feria de ciencias

Por aniversario.- Conmemorando su aniversario cincuenta y tres, el colegio San Agustín de Chiclayo organizó una interesante feria de ciencias abriera a la comunidad educativa.

Un árbol portátil de musgo, con tecnología incorporada para limpiar el contaminado aire de la ciudad de Chiclayo, una forma artesanal de eliminar el arsénico del agua a bajo costo, un brazo hidráulico para recoger residuos sólidos, y deliciosos productos de harina de algarroba para combatir la anemia, fueron algunos de los atractivos trabajos que ayer se presentaron en la feria de ciencias organizada por el colegio San Agustín de Chiclayo, en el marco de su aniversario cincuenta y tres.
El evento se inició en el patio de primaria con un dramatización sobre el monje agustino Gregor Mendel, padre de la genética clásica quien ya en el siglo XVIII comenzó un proyecto de investigación sobre los patrones de la herencia.

Luego los presentes pudieron visitar distintos espacios acondicionados para mostrar los trabajos ganadores de los diversos salones del sexto grado de primaria y del primero al cuarto grado de secundaria.

Investigadores inquietos.- Estudiantes de sexto de primaria y de segundo al cuarto año de secundaria, expusieron interesantes proyectos para la ciudad de Chiclayo y su población

Ante una cautiva audiencia los estudiantes se explayaban sobre los objetivos de sus respectivos proyectos, exhibiendo los materiales empleados y explicando el funcionamiento y la utilidad de lo trabajado. 
Los ganadores del sexto grado A, exhibieron una cocina solar que usaba la incidencia de los rayos solares para cocer algunos alimentos, enfatizando en el uso de la energía renovable para disminuir la contaminación. 

Seguidamente la presentación de un generador eléctrico de construcción casera por parte de los niños del sexto B, motivó nuevos aplausos de los concurrentes.

A su turno, los alumnos del sexto C  mostraron su propuesta de un City Tree para Chiclayo, informando a los presentes que se trataba de un “árbol portátil”, que usa el poder del musgo para limpiar el aire. Los estudiantes explicaron que el City Tree tiene la capacidad de absorber la misma cantidad de dióxido de nitrógeno que 275 árboles naturales. “Es como un bosque condensado”, decían, “capaz de absorber 240 toneladas métricas de CO2 al año”.

Explicaron además que esta tecnología se desarrolló en Alemania por la empresa Green City Solutions y  actualmente podemos encontrar Ciity Tree, en varias ciudades alemanas y en 25 ciudades del mundo como París  Hong Kong, Glasgow, Oslo, Módena y Bruselas donde la población muere prematuramente por la contaminación.

Los alumnos del sexto D no se quedaron atrás, provocando más de una reflexión cuando explicaron que el cuarenta por ciento de los desechos que terminan en nuestro basurero es materia orgánica (restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, etc que pueden reutilizarse para fabricar compost casero. ¿Compost? “¡Si, un gran abono de excelente calidad!”, ilustraban.

En seguida, los estudiantes de primero de secundaria, atraían la atención del público con una trampa para atrapar mosquitos  y zancudos, mientras que  una casita para la mascota hecha de eco-ladrilos, (fabricados con botella rellenas de otros plásticos desechables), también generaba nuevos comentarios positivos. 
Los ´presentes  dejaban  correos y  números de contacto, para poder ser asesorados por los estudiantes en caso quisieran construir algo similar para el gato o el perro de la casa, con botellas plásticas rellenas de envolturas desechables.

Ataviados con sus batas impecables (como el resto de sus compañeros) dos adolescentes exponían sobre las ventajas de un deshidratador solar para la conservación de alimentos y concentración de sabores. Y en el siguiente espacio, el público se informaba de la posibilidad de mantener los alimentos frescos y libres de insectos, a través de un contenedor refrigerante  que no usa energía.

No podía faltar la ciudad en miniatura, alumbrada gracias a la energía eólica (producida por el viento) que encendía los focos de un ecológico lugar, como tampoco faltaron otras  muestras de energía renovable, un proyecto de tratamiento de aguas residuales, un insecticida casero o el brazo robótico hidráulico (movido por la acción del agua).

Los presentes quedaban satisfechos con el sabor de los queques y galletas elaboradas con harina de algarroba,  como una alternativa para contrarrestar uno de los graves problemas de salud pública que afecta a nuestra población: la anemia.

Tampoco dejaron de degustar saludables  galletas de cúrcuma (una raíz de planta usada mayormente como especia o en la medicina natural) .

PURIFICADOR DE AGUA CON ARSÉNICO

El problema del arsénico en el agua de algunos centros poblados de la región Lambayeque, fue expuesto con una alternativa de solución de parte de los alumnos de tercer año, quienes presentaron una torre purificadora artesanal capaz de disminuir los altos niveles detectados de este metal, al parámetro dado por la Dirección General de Salud,.

Además se expusieron los proyectos de creación de bioplástico usando cáscaras de plátano, así como de biocombustible,  un filtro de agua, poste de luz de helio, el funcionamiento de una hidroeléctrica y la elaboración de un ungüento de Schinus Molle (frotación a base de aceite esencial de molle).

El cierre de esta feria estuvo a cargo de los alumnos de cuarto año de secundaria que presentaron etanol, obtenido de naranjas y un instructiva muestra sobre la descalsificación de los huesos.

Los docentes encargados del área de Ciencias del colegio San Agustín de Chiclayo, Karina Rojas (asesora), Marianella Inicio, Luis Reyes, Edwin Uceda, Marita Montenegro, René Briones, Ricardo Plaza, Karla Rivas (asesora de Inglés), Martina León, Carlos Fernández y Paty de la Torre, se mostraron satisfechos con esta feria de ciencias impulsada en el marco del aniversario de ese plantel.

“Estamos orgullosos de promover la indagación científica con la realización de estos eventos que fomentan y refuerzan el aprendizaje impartido, además que manifiestan los lazos de fraternidad entre estudiantes y la colaboración de los padres en la educación de sus hijos. Ponemos la ciencia al servicio de la civilización del amor”, declaró Ricardo Plaza, docente de ciencias físicas.